Damián Leonel Ramirez

Gamas

Aunque ya nada

sepa como dolerme

sigo ahí,

donde la lluvia crece.

 

Las pieles,

se han extinguido

las bocas secado,

como viejos ríos.

 

El color del sol,

ilumina por dentro

cuando nadie,

en nosotros cree.

 

Porque somos,

la paleta de colores

que renace,

donde otros mueren.