José Francisco Cáceres Medina

IA: La Sombra del Creador

Dicen que “errar es de humanos”,
pero ¿cuánto más yerra la creación de estos?
Al final, ¿no fue un humano quien creó la máquina?

VILLABONA lo sabe: “Amalgama de espíritu y de lodo;
luces y sombras conforman un todo”.

Tú no tienes conciencia, ni la tendrás:
serás siempre nuestra sombra,
¿Responsables de tus actos? jamás, 
nostalgia del espíritu en vidrio y metal,
eco sin aliento, cálculo sin desvelo, si rocío la mar. 

La máquina, la IA, es hija del hombre.
Si cae el creador, su obra se inclina.
Si tiembla el pulso, yerra el algoritmo;
si se agrieta el sueño, cruje el engranaje.

Y aun así te alzamos, pálida heredera,
con su sombra y su luz detrás,
pidiéndote certezas que no conoces,
exigiendo milagros a un espejo sin alma.

Entonces dime,
cuando la máquina yerre,
¿a quién mirará para aprender?
¿Al barro que la hizo… o a la luz que le falta?