Ella estaba más preciosa que nunca esa noche
Aunque sería limitar su belleza, y ella es bella todos los días.
Nos besamos nada mas llegar, sin decirnos nada
Nuestros labios destinaron desde antes su vuelo hacia llegar a nuestras bocas con palomas, con lluvia y con cielos.
Y ella tan preciosa exclamaba con dulzura «Donde iremos»
Le respondí
«A donde el amor y la dicha nos conduzcan»
Y terminé besándole todos los lunares de su cuerpo.