Soñé que estaba soñando,
un sueño raro,
de esos que giran
como un faro.
La noche daba vueltas,
yo me quedaba quieto,
buscando en el pasado
mi propio secreto.
Me quedaba un orgullo,
pequeño y gastado,
tapando recuerdos
que no se han marchado.
Soñé que no dormía,
cerraba los ojos,
y el sueño jugaba
jugaba conmigo.
Al amanecer supe,
cansado y contento,
que soñar es vivir,
vivir por dentro.