Julianne Barrios

“Vida solo hay una”

 

Se resbala de mis manos como el agua, llega al suelo y se evapora, se me escapa. “Busca la manera de matar el tiempo” dicen cuando realmente es el tiempo el que te mata. Cambiaron las preguntas cuando tenía las respuestas y ahora ¿cómo respondo? si mientras pienso pasa el tiempo. “Son experiencias” me dicen, pero ¿de que valen las experiencias si sé qué hacer cuando ya no se puede hacer? porque el tiempo no se cambia. Y ahora la mujer confundida mira a la niña que un día fui ¡ahora sé que hacer! Le digo, pero ¿cómo hacerlo? si lo que pasó, pasó y el tiempo enseña, pero no te permite volver. Arranco de mi muñeca el reloj que me aterra, me desespera. Hay tanto que hacer, pero ¿si lo hago ahora y no termino a tiempo, para qué hacerlo? Pero no puedo dejar pasar el tiempo y corro y me ahogo y los minutos pasan, no se detienen, no descansan. Vida solo hay una ya no es una frase célebre, ahora entiendo su significado, las agujas del reloj pasan y duelen. Si todos tenemos las mismas 24 horas ¿por qué yo me aferro a las mías que parecen insuficientes? porque sigue sin ser suficiente cada paso, cada sueño alcanzado; y vivo luchando, peleando contra reloj, pero el reloj me gana; “Eres joven” no es un consuelo si para cuando tenga el doble de mi edad mi vida ira en picada. Porque lo único que no puedo arrebatarle al tiempo es el mismo tiempo que con mi vida acaba.