Tantas zozobras, que rondando pastan
en el terreno entre mis linderos,
hasta hacerse ecos plañideros
por ondas que en vida se orquestan.
Con ello, lágrimas ya se aprestan
a descender por faciales senderos,
para regar los secos burladeros
tras los que mil temores se apuestan.
Son riesgo para las propias aldeas,
pues tiemblan al borde de tal lasitud,
colmadas por las verdes irídeas,
que brotan sin ninguna solicitud,
pero proveen íntimas ideas,
mutando en palabras mi solitud.
Ryan Pires ___✍🏽©