Llegó una larga serpiente
al jardín de niña Juana
que fue un día, de mañana,
a beber de aquella fuente.
Pero un día, de repente,
levantando una persiana
la vieron por la ventana
que ella estaba muy paciente.
Y se fue Don Benjamín
a mirar si se movía
en aquel bello jardín.
¿Qué sorpresa le daría?
¡Vomitó sobre el jazmín,
toda el agua que tenía!
¿Qué respuesta usted daría
de la sierpe con su nombre?
¡Solo espero no se asombre!