Sin anunciarme
fui en tu búsqueda.
Sorpresa la mía:
verte de la mano,
de un lado, tu pareja;
del otro,
una hermosa criatura...
El aire se volvió espeso,
mi pulso, un galope,
cerré los ojos
para negar el tiempo,
sentí el viento
y apuré las alas,
dejando atrás
más de una lágrima.