Y, me tomó del hombro, la luna cabizbaja,
para que yo la guiara, en senderos humanos,
donde dicen que se aman como buenos hermanos
entonces, por qué matan, hablando en voz muy baja.
Las organizaciones, sólo son oropel,
te dicen que son plata, pero son vil estaño,
no soportan el calor, sus siglas son engaño,
hacen planes secretos, hincados en chapel.
Pobre es la inteligencia, del saber y escoger,
somos oscuros monos, sentados en su trono.
Involución del hombre, la cuál yo, no perdono,
¿dime luna, si es bueno? a tu sereno ser.
Luna, me voy contigo, ¿me puedes dar posada?
la tierra está revuelta; ¡ nos va de la patada!
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Dr. Salvador Santoyo Sánchez
11/10/2025