Lourdes Aguilar

AIRE

Aire que mueves las ramas 

En tu ininterrumpido andar 

Por esas regiones que suelo soñar 

Cuéntame otra vez dónde la bruma 

Como velo cubre la montaña boscosa 

Cuéntame de su vientre rocoso y oscuro 

Donde se resguarda el bello unicornio 

Y los tesoros oculta de ojos profanos 

 

Aire viajero que nunca descansas 

Acaríciame con esos tus dedos 

Tus dedos que rizan el mar 

Y danzan en las arenas 

Cuántas historias no has visto  

En tantos siglos de peregrinar 

Cuando el mundo se movía acuoso  

El caldero donde se preparaba la vida 

 

Aire suave, a veces rugiente 

A veces cantas y otras tantas lloras 

Las palabras te cuelgan como un penacho  

Y de diferentes colores son los idiomas 

Largo penacho tejido de cuentos y mitos 

Que vas propagando en tu recorrido 

Un lenguaje que a la aventura incita 

Cuando queda adherida a la mente curiosa