En la vega granadina
Hay un pueblo pequeñito,
Cerquita de donde el rey moro
Dio su último suspiro.
La Malahá tiene por nombre
Puerta del Temple, apellido.
Por eso toda su gente
Una gran templanza tiene.
Rodeado estás de olivos,
De esparto y de alcaparras.
Y con tus aguas termales
Sanas las enfermedades.
La sal de tu salina,
Da su salero al ambiente,
Llenándose de misterio
Tus noches de luna ardiente.
Mil perfumes embriagan
A quien por tus calles pase,
Se desprenden de las flores,
Que adornan…
Los portales de tus casas.
Qué guapa son tus mujeres
¡Qué guapas!
Y… ¡Que embrujo tienen!
El que le da el suspiro
Que por tu aire se siente.
En sus rostros de gacela,
Brillan sus ojos…
¡Mucho más que los luceros!
Si los miras de frente
Cautivo quedas de ellos.
Con su embrujo… ¡Te prenden!
Te envuelven con su misterio,
Y en esa cárcel te quedas…
Sin remedio, para siempre.
Autor: Pere H.
Fecha: 10/2025