Jaime Gil García

Ven a amarme

Ven a amarme

 

Ven a amarme de mañana

cuando el día aún despierte

sé tú la más bella aurora

que mis pupilas contemplen.

 

Ven a amarme al mediodía

antes de que el sol arrecie

vaya a ser que mis deseos

en tu ausencia desesperen.

 

Ven a amarme por la tarde

entre las ocho y las siete

cuando al reloj se le antoje

con tu dulzor de claveles.

 

Ven a amarme por la noche

con la luna ¡tan alegre!

con tu taconeo alto

con tu garbo y con mi suerte.

 

Ven a amarme cuando quieras

te estaré esperando siempre.

 

                                   Jaime Gil García