Me he levantado, con los pies más hinchados, mirando una ventana que no reconozco, teniendo a alguien en la mente a toda hora, ese alguien que hace su vida, mientras yo, quiero seguirle, saber todo entorno a esa persona, veo el cuaderno encima del mueble que marca todo su día, es insoportable pero no me puedo desligar tan fácil.
Pero sería peor, enfrentarme a mí, soltar eso ajeno que me mantiene lejos de este yo que detesto.