juan carlos ayala

ETERNAMENTE PEQUEÑA

ETERNAMENTE PEQUEÑA

(Juan Carlos Ayala)

 

Cuando al día se le acaban

sus colores, y sus ruidos:

queda en blanco y negro,

y en silencio; siempre tú

regresas para arrullar

mi alma con tus recuerdos

y hacer de mi sueño

un santuario de ti, pequeña.

 

Hoy, eres toda una mujer

y una gran madre;

pero tu viejo, cada día más añejo,

sigue viéndote con tus colas

que parecían de zanahoria.

 

Me gusta recordarte, al final del día,

cantando aquella canción

que te cantaba cuando eras cría

y te hacía saltar de emoción

mientras tu rostro sonreía.

 

Aunque ya eres toda una mujer

te veré eternamente pequeña

como si acabarás de nacer.

 

Derechos reservados.