edwin toninho

sombras de olvido

el resplandor en su rostro 

era comparable

con la luz del alba 

ahora, casi no sonríe 

no hay besos en sus labios

no caricias de sus manos

la necesidad de estar juntos 

se marchita

exasperación y ausencia 

crecen en su lugar

sus ojos 

ya no buscan los míos

para conversar

 

ella escucha o 

permanece en silencio

pero cuando habla

ella lo hace 

con medias palabras 

en medias frases

nos sentemos a la mesa y

ella me ve como un extraño

sin vínculos, sin nombre

sin confianza

a veces con amabilidad

a veces con miedo

con desprecio o 

sin emoción alguna 

 

a veces ella siente 

el impulso de marcharse 

sin saber adónde

ella ríe de alegría

llora de tristeza 

sin saber por qué 

a veces ella grita 

de rabia y frustración 

 

pero nada es tan angustiante y 

desgarrador 

como cuando llorando de tristeza

ella pide algo que no puedo hacer 

como llevarla de vuelta a casa

porque en este lugar

ya no se siente a gusto, y

le digo algo 

que no es del todo cierto

para darle algo de paz y 

que no pierda la esperanza 

sabiendo lo mucho 

que le disgustaba 

que la gente le mintiera

 

sus habilidades, sus facultades

su forma de sentir 

poco a poco se desvanecerán 

mientras las sombras 

de confusión y olvido 

se arrastran por su mente

destruyendo el recuerdo 

de todo lo que ella 

siempre ha sido y amado

 

yo leo en voz alta

sus viejos libros

pongo sus viejas canciones

menciono nombres de su pasado

le hablo de ella, de mí

de todas las cosas 

que hemos hecho juntos y 

las cosas que aun podemos hacer 

cualquier hilo, por fino que sea

que pueda evocar un recuerdo

por breve que sea

todo ayuda y 

todo estará bien

 

no habrá silencio 

donde nuestro corazón

sigue latiendo 

no habrá olvido 

donde los recuerdos 

se mantienen vivos

no habrá vacío

porque nada 

es simplemente nada 

si permanecemos juntos

 

no todo está perdido

si aún tenemos vida

aún sentimos amor 

aún encontramos 

fuerza y razones 

para continuar 

por el día que tenemos 

por delante, y  

todo estará bien…

porque tenemos fe 

para así creerlo