ANGHELUZ.

LA NOCHE QUE NO SE COMPRA CON NADA

 

LA NOCHE QUE NO SE COMPRA CON NADA

 

Con el permiso con el que se avanza,

ya está en verde, adelante aceleremos,

que la vía es nuestra,

deseamos tomarla, haremos que ruja

el motor desde nuestros adentros.

 

Adentrémonos en lo prohibido,

nos damos todos los permisos,

hoy no hay limites,

porque locos

y deseamos la locura.

 

Aceleremos pronto,

es lo que queremos,

es lo que buscamos

no pierdas segundos,

hoy no hay cuestionamientos,

ni precauciones.

 

Aceleramos ya,

pisaremos firme y fuerte,

a fondo, que el sonido

se quede afuera,

escapando de nosotros.


Ahora, ahora aceleremos,

perfilemos la línea,

que está trazada ya,

para recorrerla sin fin,

sin piedad, sin clemencia.

 

Viviremos el instante,

como quien se desafía,

entre la música,

dejando atrás el miedo

y la luz que parpadea.

 

Que la eternidad nos alcance,

recorriéndolo todo,

tan disipados

hasta el final de la ruta.

 

Que la vida es ahora

y reclama su estadía,

el semáforo continuo,

nuevo verde, que te lanza

sobre caballos de acero.

 

A la llegada de la meta,

la satisfacción de lo vivido,

llevar para siempre anclada en el alma

la noche que no se compra con nada.

 

ANGHELUZ