Raiza N. Jiménez E.

Encrucijada.-

Amor mío, en cada poema de amor, te noto.

Es imposible, olvidarme de tus dulces besos.

Tu separación, me ha dejado el corazón roto.

Es falso qué, mi alma y corazón, estén Ilesos.

**-**

Cada día y cada noche, tu presencia aguardo.

Me embarga la tristeza en cada larga espera.

 Sí te esperaré, aún guardo, tu blanco nardo.

Deseo ver en ti, aquella, tu pasión verdadera.

**-**

En verdad, ya sé qué amar, es la gran odisea.

No es difícil, hechizarse, con un ente extraño.

En verdad, el enamorado, acepta lo que sea.

Por su necia ceguera, nunca avizora, el daño.

**-**

 ¡En la idea de odiar y de amar, hay misterio.

Seguro, al no verlo, te anclas a un cautiverio!