Francisco G. Pacheco

Lluvia Colonial (de la novela La Cruz y la Lluvia. Francisco Pacheco. 2025)

LLUVIA COLONIAL

Aún cae la lluvia,
fría, latigueante,
sobre la cruz del campanario
en lo alto del Monte de los Olvidos.

Aún cae la lluvia,
persistente, incómoda,
como un latido oscuro, gris,
que golpea entendimientos y sentidos.
Su sonido lánguido
en la tarde de invierno,
arrullador en el ocaso indiferente.

Cae sobre las tumbas
del camposanto mudo,
cae en las calles anegadas,
salpicando barro hosco
sobre cabezas de niños sin asombro.

En el puerto, moja
las alas de gaviotas cansadas, enfermas,
los tejados de tejas vencidas, añejas,
las paredes descascaradas
que esconden cantos idos.

Sobre el lomo del perro callejero,
el caballo del aguatero resignado,
las sábanas olvidadas en balcones,
las piernas mojadas de las lavanderas
que no dejan de restregar la vida ajena.
Triste. Monótona. Molesta.
Lúgubre. Fría.

Aún cae la lluvia
a los pies de los hombres
que corren por refugio,
a los pies del templo
donde Dios también se esconde,
como el sol, a veces,
tras la nube más negra.

Aún cae la lluvia

sobre la sotana que huye…
En su tormenta.