Kmony QuiƱonez(monina)

Amante a la antigua

En laberintos de tiempo y memoria,

se pierde el eco de un hombre de antaño,

cincelado en respeto y cortesía,

un caballero en un mundo extraño.

 

Cincuenta otoños marcan su semblante,

testigo de una época dorada,

donde el detalle era un arte constante

y la palabra, promesa sagrada.

 

Entendía el alma femenina,

sus sueños, anhelos y secretos,

como un jardín que el sol ilumina,

donde florecen afectos discretos.

 

Conocedor de historias y leyendas,

escribe poemas al amor, a la vida,

con gestos suaves y ofrendas tiernas,

un vaquero de pueblo, alma aguerrida.

 

Hoy, en el espejo de la vida,

ve reflejos de aquel ideal,

en cada arruga, una historia vivida,

legado de su padre y su mamá.