Yo no te voy a dar lo que tengo. Yo te voy a ofrecer lo que puedo darte.
Yo no soy tu salvador.
Te salvas tu si quieres.
Si te doy te acostumbras y después me haces sentir que es mi obligación estar pendiente de ti para darte una y otra vez...
lo necesites o no,
lo merezcas o no.
Y esconderás tu dinero en cuentas bancarias fijas, y generarás intereses y te harás rico mientras yo,
seré tu mono lindo, guapo y sexy, muy querido y sobre todo
muy alagado mientras te pague la fiesta,
mientras financie tu vida
en modo servidumbre.
Por eso no te doy, yo te ofrezco para que seas tu quien venga a buscarlo
si de verdad lo necesitas,
si de verdad no lo puedes comprar con tu esfuerzo y dinero sin tener que usarme.
Y si vienes procura ser agradecido y recíproco.
Yo no soy tu esclavo.
Yo soy un hombre libre que superó al mono saltarín
en modo servidumbre.