Embriaguez de Olvido
Anoche quise ahogarte en este vaso
que levanto, temblando, hacia mi boca,
y al buscar en el ron tu falso abrazo,
mi sed de ti se hizo aún más loca.
Te olvidaba… creía en cada trago
que el licor era un pacto sin memoria,
pero al verte danzar sobre mi estrago,
me quedé, borracho, en nuestra historia.
Quise beberte lejos del recuerdo,
y terminé amándote en las sombras,
pues no hay vino tan fuerte ni aguardiente
que alce una tregua a lo que nombras.
Porque el licor, con su farsa piadosa,
te pinta como un sueño que no acabo;
y en cada copa te vuelves diosa
de un altar de cristal que no derramo.
Entonces, amada, ¿qué maldición es esta
de pensarte cuando más quiero huir?
Cada sorbo que alivia y me apesta,
es un grito que busca tu latir.
Ya ves, no hay remedio que me saque
de este abismo donde tu voz me ahoga,
y en el fondo del vaso se deshace
la mentira de un olvido que se embriaga.
Así te olvido, en esta noche enferma,
donde el licor murmura tu recuerdo.
Brindo por ti… por esta angustia eterna
de olvidarte, mientras más te bebo.
_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^_^
A esta pasión
Me prendes fuego, y el aire se ausenta;
se quiebra mi calma cuando te pienso,
como volcán que arde en su silencio,
calla la lava… mas no la tormenta.
En cada palabra se quema mi aliento,
y mis dedos buscan tu piel en secreto;
te nombro en susurros, y en cada momento
tu sombra me ciñe, me ata el pecho.
Es fuego y deseo, es vino y locura,
la llama encendida que nunca se apaga;
morder la piel hasta hacerla ternura,
querer y doler sin razón que lo valga.
Es verte y rendirme, ceder a la fiebre,
caer en tu abrazo sin culpa ni espera;
perderme en el caos de cada frontera
y hallarme en tus labios, buscándome siempre.
Así es esta pasión: muerde y libera,
me consume el alma y la carne en su bruma;
me haces sentirla con furia sincera,
y a la vez me desatas… y a la vez me encadenas.