Anhela el buen amor la santa altura
desde la abierta densidad del pecho;
sentir que habla de un cielo de hermosura
y todo un mundo en gracia satisfecho.
Solo el amor de corazón afable
puede dar lo mejor a las criaturas;
su beso es destilado de dulzuras
y su palabra ciencia incomparable.
El buen amor posee en su belleza
la piel de la luciente eternidad
como alma que madura con certeza
para alcanzar las cumbres de bondad.
¡Oh este sentir del Sol de los amores!
¡Qué gran saber de besos sobrehumanos!
Se despliega en angélicos fulgores
la gloria de tus cielos artesanos.