El amor despierta siempre
desde que estamos en flor,
y cuando pasan los años
olvidamos que de niños,
tuvimos un gran amor.
Es dulce recordar aquellos días
cuando el corazón latía
en presencia de la flor.
No hubo besos a escondidas,
Ni declaraciones prohibidas,
solo amor, amor, amor...
Hoy recuerdo perfectamente
el nombre de aquella niña
que un día me dijo \"te quiero\"
y besándome en la frente
me hizo llorar de amor.
Nunca más supe de ella
pues terminaron las clases,
simplemente éramos niños
y la infancia terminó.
Después ha pasado la vida,
las ilusiones perdidas,
la realidad comenzó.
Tuvimos grandes pasiones
alegrías y tristezas,
aunque algunos no tuvieron
donde guardar su dolor.
Y otros, afortunados,
sus familias construyeron,
mientras algunos murieron,
sin conocer el amor.
Pero allí, tras los olvidos,
en una simple neurona,
se mantienen para siempre,
los recuerdos de la infancia
que el tiempo no superó.
Es la neurona del amor
que salva hasta el último día.
el recuerdo imborrable
de aquel primer amor,
en flor.
Frank Calle ( 9/ oct/ 2025)