Química es ciencia, es base, es raíz,
es ley que describe lo que antes no vi.
Estudia la esencia de todo el entorno,
del agua, del aire, del mundo en que moro.
Es átomo en danza, con carga y espín,
es núcleo y nube girando sin fin.
Protones, neutrones, con masa y lugar,
electrones que saltan al reaccionar.
Es tabla periódica, orden total,
con grupos, periodos y un fin elemental.
Cada símbolo encierra un poder, una historia,
del oro brillante al cloro en la escoria.
Forma enlaces de todo color:
covalente, iónico o por atracción.
Une moléculas, crea la unión,
con fuerza, energía y mucha precisión.
Es reacción lenta o explosión veloz,
con calor, con luz o en un matraz feroz.
Es equilibrio en punto ideal,
es cambio constante, pero siempre real.
La química aplica, construye, transforma,
desde una célula hasta una norma.
Medicinas, plásticos, tinta y motor,
todo es producto del mismo rigor.
Sin química, el mundo no puede existir:
ni el suelo, ni el cielo, ni el simple latir.
Porque en cada cosa, por dentro y por fuera,
la química actúa, constante y sincera.