Me brillaba la edad, entre las sienes,
al mirarme en espejo reluciente,
cuántas huellas descansan en mi frente,
ya no pienso en dinero, ni en los bienes.
Me brillaba la edad entre las sienes,
cuánta plata, me crece entre las barbas,
el pensar es cavar y nada escarbas.
La grandeza es pasado entre vaivenes.
Me brillaba la edad, entre las sienes,
pensamiento al futuro tan incierto,
yo pensaba que nada era tan cierto,
mucho menos, la muerte se entretiene.
Cuando llega el momento, nada tienes
me brillaba la edad entre las sienes.
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Dr. Salvador Santoyo Sánchez
8/10/2025