Jesús Ángel.

Eternos aprendices.

 

Desde el Barrio Covadonga, Torrelavega, Cantabria, España.
Imagen tomada en La Viesca, a la margen izquierda del río Besaya...

Eternos aprendices.

Maestro, ¿qué es la luz?
Todo lo que no sabes
y aún puedes alcanzar.

¿Y qué es todo aquello
que no sé y aún puedo alcanzar?
La luz necesaria
para ir a por más.

¿Cuál es la luz necesaria
para seguir avanzando?...


Aún no lo sé.
Y cuando lo sepa,
menos sabrás...

Como la llama
que nunca se apaga,
en un viaje
sin destino fijo,
donde todo fluye
sobre la marcha.

Firmes,
autodidactas,
eternamente constantes
y por siempre mejorables.

Más allá de las
barreras del yo,
del estatus social
y del rol,
fieles y exigentes
consigo mismos.

En un mundo lleno
de incongruencias,
montañas rusas,
golpes por ley de vida
y aceptación necesaria
para seguir.

Pero también lleno
de posibilidades,
de misterios, preguntas
y respuestas,
de caminos y senderos de luz...

Avanzan paso a paso,
por la senda
que ellos mismos trazan.

¡Autodidactas,
eternos aprendices,
maestros y alumnos
a la vez!

Y como hormigas,
dentro de un laberinto
en busca de azúcar,
frente a un ancho
y vasto mar...

Sin pausa,
con ganas,
sin descanso:

¡Poco a poco
siguen avanzando!

Y cuando hayan de deshacerse
de su cuerpo perecedero,
para continuar con el viaje,
continuarán justo
donde lo dejaron.

¿Y en dónde lo dejaron?
En las mismas ganas
con las que se iniciaron,
y con la misma energía
que les impulsó a seguir.

¿Entonces, maestro,
qué es la luz?...


¡Todo lo que no sabes
y aún puedes alcanzar!