Me olfateaste como cría nueva
y dijiste-no nací para eso-
la confusión te nubló
y fuiste bruma por un momento
inadaptación del tiempo
en un cuerpo con talentos.
Tus ojos abiertos no ven
¿qué miran?
con desorientada conciencia,
sin cicatrices no creces
la inmadurez no es delito
y aun así, no te sostiene.
Pataleando se sale
del agua, pero no del fango
tu origen divino lo sabe
desmenuzando verdades
sigues flotando por allí
sobre superficialidades.