Alejandro José Diaz Valero

Una carta para dos destinatarios

Cuando digo dos destinatarios, me refiero a los serios y a los divertidos, pues en el foro tenemos de ambos grupos. Los serios deben leer las palabras en negrilla, allí hallaran mi mensaje. Los divertidos  tendrán que leer todas las palabras escritas en la carta. Hago la observación que si algún serio quiere divertirse una vez que lea las palabras en negrilla puede comenzar de nuevo y leer completa la carta, es muy probable que se divierta. Sin más preámbulos, los dejo con la carta.

 

 

 

Maracaibo, Venezuela, un día cualquiera,  de un mes también cualquiera del año XI del siglo XXI

 

Estimado Señores, apreciadas señoras (extensiva además para señoritas, niños, niñas, adolescentes, y cualquier otro género tipificado en las leyes de cada uno de sus países, incluyendo los gatos de FELINA y las perritas de valesi) hace unos meses llegué a este portal (ya me habían expulsado de otros),  con un cargamento de poemas (unos buenos y otros malos, que pena) con ánimos de difundir mi trabajo literario (por cierto, es el único que tengo) ,y allí pude encontrar un grupo de gente como yo (quizás un poco más loca, diría yo) y pudimos hacer un buen foro (no sé si lo hicimos o ya estaba hecho) donde confluyen a diario nuestras publicaciones (menos mal que sólo permiten una al día).

 

Los amigos te leen de modo fiel (tal vez no tengan más nada que hacer) y hasta te hacen comentarios (aunque muchos lo crean innecesarios) para brindarte apoyo y optimismo (aunque a veces repitan siempre lo mismo) y te ayudan a que sigas escribiendo (para ellos seguirse riendo) para que demuestres tus dotes de poeta (aunque algunos perdimos la receta)

 

Allí en ese portal hay algunos Juanes Tenorios (que hacen de la web su amoroso consultorio) y algunos muy eróticos ( y algún que otro poema gótico) otros por el contrario escriben con mucha seriedad (debe ser por cosas de la edad) también escriben infantiles y de humor (a ver si se ríe algún lector) y otros románticos por naturaleza (aunque a veces le duela la cabeza)  todos  dejan huellas duraderas, (y vaya de que manera) ;  algunos colocan su fotografía (otros colocan la de su tía) y algunos hasta colocan gatos ( con tal de mantener su anonimato) que ya eso no es ni cosa rara (así evitan mostrar su cara)  …  Aún así estamos en completa sintonía (y hasta plagian con ironía) para mantenernos en la literatura activos (aunque no nos den pago de  incentivos) seguiremos muy entusiastas (a ver si el cerebro se desgasta) para hacer de este nuestro lugar (hasta que me vuelvan a botar).

 

Atentamente su fiel amigo ( y pongo a algunos por testigo)

 

Alejandro José Díaz Valero (el mismo que alborotó el avispero)