Abandonado al ancho deseo,
olvidé sopesar mi esperanza,
porque la clepsidra veloz avanza
para que se acabe el paseo.
Recorro el dédalo cual Teseo,
cansado, el espíritu avanza;
más aún existo en lontananza
de todo aquello que fantaseo.
Averigua cómo turba el crespón
al que sueña en su vieja urdimbre,
y de los necesarios bríos dispón,
mientras escoges tu mísero mimbre.
Así aguantarás sangre de raspón
cuando el dédalo llegue al cimbre.
Ryan Pires ___✍🏽©