El pasado y tú
son lo mismo
se quedan atrás,
no cambian,
no avanzan.
Y yo no miro al pasado
si no es para crecer.
Pero contigo…
avanzar
es retroceder.
Eres un reloj roto,
atascado en la nada.
¿De qué sirve mirar
lo que ya no camina?
El pasado es tu casa.
Y ahí te quedas.
Porque mi ahora,
este ahora,
jamás fue tuyo.
Así que suelta,
no arrastres lo que ya murió.
No volveré a cortarme
con el mismo cristal
esa herida ya cerró.
Eres pasado.
Y lo que no vale la pena
se olvida,
se borra,
se deja ir.
No hace falta recordártelo
tú conviertes a todos
en fechas de caducidad.
Solo que esta vez,
el que expiró hace tiempo,
fuiste tú.
Avi-