El mes donde todo toma color, donde los árboles se despojan de sus hojas, donde el aroma del viento llena mis suspiros con ese rico olor que emana de la naturaleza.
Donde todo me recuerda a ti, donde el frío ataca mi piel, y en ese mismo instante sueño contigo, con tu suave y dulce voz, y con ese aroma a rosas que posees.
Con tus besos que saben a miel, con tu mirada de fuego que me hace arder, y en tu paraíso de jazmines y orquídeas donde solía perderme, ahora más que nunca quisiera abrazarte y calmar el frío que provoca el otoño en mí.
Qué más da si no te tengo aquí… Solo me quedan los recuerdos de otoños pasados; la brisa me susurra al oído que es el mes de tu cumpleaños, mientras veo las hojas caer frente a las olas del mar, en aquel lugar que solíamos frecuentar.
Donde la pasión se apoderaba de aquellos cuerpos que formaban un solo ser… Hoy, como cada octubre, te recuerdo aquí, junto a mí. No he dejado de escribir aquel poema para ti. Aunque no estés aquí, sigues en mi.