Filigrana de plata en firmamento dormido,
brisa de abril en un jardín más que perdido.
¿Pueden tus grises fundirse con los míos?
¿O entre esta niebla fiel es demasiado lo que te pido?
Si pudieran tus cantos ser puñales,
y dejara mi corazón de ser castigo,
encantada sería mi sangre tinta,
y mi vientre, el lienzo de tus olvidos.