El caminante siguió,
sin mirar atrás.
Su pasado lo cristalizó y
renació como crisálida
frente a la montaña...
Sus sueños fueron otros.
Siempre en permanente
cambio, todo y ninguno.
Ya no eran sus veinte,
ni sus treinta y aquello
había tenido sentido...
Llegó a la montaña
con una idea y
esta se fue transformando,
a medida que avanzaba.
Otras.... cruzó y ese
sueño, tuvo otra
vida, la paz
consigo. Fue feliz,
en la soledad y grandeza
de la naturaleza.
La montaña no era más
obstáculo, era parte
misma del caminante...
(rosi12)