SONETO AL CAFÉ
En humo tibio asciende la mañana,
y mientras el sueño huye de la frente,
se alista el corazón, lento y ferviente,
al beso oscuro que su pulso hermana.
Licor de sombra, savia que desgrana
su amargo encanto, fuego complaciente,
delirio manso, rito intermitente,
aroma antiguo que nos engalana.
Tu esencia escribe versos en la sangre,
me abres los ojos, cierras mis temores,
das voz al alma, alivio al que divaga.
Eres misterio, la pausa y dulce hambre,
ebrio conjuro de tostadas flores,
breve universo donde el día embriaga.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025