el sonido del mundo

Insuficiencinte..

Dicen que el corazón es un músculo fuerte,

Pero el mío es arcilla que se agrieta al tacto, siendo suave o brusco.

 

No es dolor, es la certeza de la mala suerte,

El eco hueco de un pacto que nunca fue exacto.

 

Me miro en el espejo y veo un borrador,

Una versión preliminar que el artista olvidó.

 

Falta la chispa, el tono, el color, el fulgor,

Solo queda el contorno de lo que no se logró.

 

Es ese instante lento, esa puñalada interna,

Cuando la risa ajena suena a juicio severo,

Y cada logro ajeno es una advertencia eterna:

Que mi mejor esfuerzo es un cero verdadero.

 

Enterrar el cuchillo es fácil, es instintivo,

Pero lo horrible es que el filo ya está a dentro de mí.

 

No es herida abierta, es un vacío corrosivo,

La verdad asumida de que no sirvo, no estoy ahí.

 

Soy la nota desafinada en la sinfonía perfecta,

El lienzo mal pintado que nadie quiere colgar.

 

Y este sentimiento es mi única y fiel secta:

La condena perpetua de no poder llegar a ser algo más allá.

 

El sonido del mundo.