Desnudo y vulnerable
Creí que mi historia estaba escrita hasta que te vi. Me hiciste golpear con una realidad del amor que nunca comprendí. En mi soledad, me desquicié al pensar en la desgracia de consumirme por ese alguien que ya tiene a quien mirar. Ahora, mi ser sufre la resaca de imaginarte tanto, corrompiendo el alma en calvario. Violaste cada verso que detallé en tu nombre. Solo pude sentirme inerme, volviéndome un poeta más que sangra con el suspiro del silencio. Muriendo por plantar en tu Tierra, viviendo mi infierno íntimo lleno de demonios. Y sí, en ambos eras mi castigo.
Alvaro s.