Lloran mis versos con gran tristeza,
porque contemplan sufriendo estoy
pena profunda , que es cruel espada,
dura y filosa , del desamor.
Viajan mis rimas con lindo ensueño
donde se escucha su voz cantar;
más sus caricias y su termura
nunca en su vida me las dará.
Siempre conservo mi gran deseo
pueda sus besos tenerlos yo;
siendo en su vida fulgente tea
para felices vivir los dos.
Pero esperanza se va alejando
como se aleja la luz solar;
solo esperando la muerte llegue
con su caricia de santa paz.
Viendo que mueren mis ilusiones,
lleno de dudas pregunto a Dios:
¿Porque si ofrezco de amor su flama,
nunca respondes a mi oración?
Pero impasible, jamás responde,
mientras prosigo mi caminar;
como caminan los que padecen
triste nostalgia de amor fatal.
Autor: Aníbal Rodríguez.