Un poeta enamorado
Cuando perciba su olor
en lo más hondo del alma
y su piel roce mi piel
con delicada ternura,
sabrá ella que, mi alma es pura
y sufre con su dolor.
Yo me encuentro enamorado
de la más hermosa flor
que en jardín haya nacido,
para tenerme cautivo
entre los rayos de sol,
en tanto que yo la miro.
Una aurora amaneciendo
viste a la flor de rocío,
que de la noche ha caído
entre sus pétalos granas.
Gotas de llanto encendido
que son lava de un volcan
que me tiene confundido
y yo me siento perdido
sin saber, si es el destino
de un poeta enamorado.
José Ares Mateos