Hoy quiero revivir los momentos
de aquellas largas jornadas
cuando, sin saber, supimos
que no sabíamos nada.
Ni siquiera conocíamos
la puerta de la posada,
y de pronto descubrimos
que muchos allí se amaban.
Fue una larga experiencia
de semanas y semanas.
Fueron los años felices,
cuando el amor comenzaba.
Dichosos fueron aquellos
inolvidables momentos
que a escondidas descubrimos
lo que la vida nos daba.
Y así, andando en el tiempo,
la juventud fue quedando
entre días olvidados
de aquellas largas jornadas.
Por eso hoy la nostalgía
nos hace recordar con tristeza,
que sin saber, aprendimos,
que no sabíamos nada...
Y cuando todo termine,
y olvidar nos queme el alma,
nos salvarán del olvido,
los días de la posada...
Frank Calle (7/ oct/ 2025)