Cuando nos vemos el viento se enreda,
mi voz tropieza, mi calma se queda.
No sé qué tiene su forma de hablar,
que todo en mi ser comienza a temblar.
Me pone nerviosa si me lo encuentro,
disimulo el fuego que llevo dentro.
Finjo distancia, lo pienso en secreto,
que no se me note lo que interpreto.
Amor que camina sobre el rocío,
callado, discreto, lejano y mío.
Nos mira la luna, guarda el intento,
de un beso escondido en el pensamiento.
La gente ignora lo que en mí provoca,
sus ojos dicen lo que mi alma evoca.
Y aunque aparento que nada me pasa,
me tiembla el alma si cruza mi casa.
No sé si es amor, locura o fortuna,
pero su presencia enciende la luna.
Y aunque lo niego, mi ser lo confiesa:
me pierdo en su mirada, en su belleza.
Yasuara Melgara