Sospecho que todo es
al revés de lo que dicen
las grandes instituciones
con sus grandes directrices.
Los bancos y las iglesias,
los curas y los gerentes,
las maestras y doctores,
las damas y meretrices.
Porque todos dicen \"sí\"
pero dentro dicen \"no\",
y en estas hipocresías
desdoblan su condición.
Todos tienen mandamientos,
pero ninguno los cumple,
y rezando van detrás
de un cielo que nunca existe.