Del libro Los Caminos, Secretaría de Cultura. Pasto. Colombia. 2024.
EL OTRO LADO DEL TIEMPO
Escriben en el agua y en el fuego.
Son el equilibrista que cae
y nunca termina de caer…
Pasa por el teatro, la danza,
el dibujo, la pintura,
la novela, la canción, el cine…
Y nunca termina de caer…
Se le vio pasar,
se le vio deshacerse,
se hizo nada en el espacio.
Tenía demasiado cuerpo
pero la gravedad no pudo con él.
Pudo con sus palabras,
pero no con su cuerpo.
El actor desaparece,
sus palabras se esfuman,
pero sus gestos quedan
en la memoria de quienes le vieron,
y estos semblantes quedan en otros
y estos en otros…
El drama y la comedia se extienden.
El tiempo nos hace actores
de una obra que parece infinita.
Había mucho cuerpo,
y lo que iba por dentro,
lo que haya sido,
queda para la luz,
para el aire,
para la música de las estrellas,
el otro lado del tiempo…
“Conócete a ti mismo”, dijo el griego.
“Conóceme a mí”, dijo el tiempo.