Wuxian

Los valores perdidos

Hijos que no escuchan,
el eco de un viejo hogar
se disuelve lento.

Mesa vacía,
el pan se enfría sin amor,
sombras conversan.

Ríe la memoria,
jugaba en patios antiguos
la honestidad.

Manos que callan,
el abrazo se volvió gesto
que nadie recuerda.

El reloj avanza,
los libros duermen en polvo,
sabiduría huye.

Llueve en silencio,
lágrimas de antaño mojaron
el árbol viejo.

Corazón dividido,
el respeto se perdió en calles
de indiferencia.

La voz materna
susurra nombres vacíos,
el viento responde.

El perdón se esconde,
los lazos se vuelven cadenas,
somos sombras solos.

Y sin embargo,
una chispa aún titila
en mirada niña.