¡Hosanna!
¡Hosanna a la Palabra que vibra y alimenta,
que calma tempestades y endulza los instantes!
Palabra luminosa cuan gozo representa
en cada circunstancia, del cielo, sus talantes.
¡Hosanna al timiaterio que aroma y acrecienta
el eco del camino de muchos caminantes!
¡Hosanna, por los siglos al don que nos sustenta:
al Don de la palabra que somos estudiantes!
Es esto pues, la vida; las letras de la vida,
que abrazan, acompañan, que sanan cada herida,
sirviendo de consuelo, de guía y resplandor.
¡Vivid en la Palabra, no dejes de escucharla,
leerla y discernirla. Confiad y practicarla,
que Dios nos habla en ella, con arte y con amor!
Samuel Dixon