Con un gran peso cae este dolor
sobre las lágrimas dormidas de mi alma.
El mundo que gira es una gran prisión
donde la lluvia al pasar es solo un poco de agua...
Advierto que no es mía la razón
que son muy oscuras mis palabras.
No hallo alrededor de mí una salvación
ni veo como escapar de toda estas circunstancias...
Quisiera ser mi sombra pero soy yo
siendo el mismo eje de la misma nada.
Ya no hay lugar para desatar la imaginación
ni lugar para evocar algo con un poco de nostalgia...
Me envenena mi propia frustración
donde solo hay silencios que me abrazan.
Día tras día fui entrando en descompensación
y sintiendo al miedo que por dentro me desangra...
Aquí caigo al desamparo de un adiós
que a mis lágrimas con violencia las arranca.
Sometido en un abismo con mi corazón
en un tiempo que al pasar, sus agujas me clava...