Despojo y Resiliencia
Predicabas amor libre, qué bolazo,
mientras contabas guita bajo el manto;
gurú trucho de un credo sin abrazo,
con incienso tapabas tu quebranto.
Tus palabras de mierda volaban al viento,
y yo, a full, entre escombros y tu cuento.
Compraste anillos, feria del cariño,
los vendías como pan caliente.
Decías “somos los dos, mi niño”,
y te atabas a todo lo aparente.
Te vendiste por dos mangos, sin drama,
haciendo del amor tu mejor cama.
Cartas marcadas, tarot de maldades,
me reías en la cara mientras me cagabas,
“Es destino”, decías, qué frialdades,
gil de mi corazón, con tu codicia jugabas
No jodamos, fue tu propio temblor,
la ruina vino a cobrarte el favor.
Me dejaste hecho pelota, sin mate,
ni pa’ un cigarro quedé ese día.
Cafiche del alma, sin rescate,
viendo tu miseria hacerse poesía.
Y vos, canchero, te hacías el pillo,
jugando la farsa con aire sencillo.
Después apareces, te hacés el ofendido,
te creés Gardel con cara de santo.
Querés volver, pero ya está perdido,
rajá de acá, que tu lengua es espanto.
Yo no soy tu boludo de alquiler,
ni tu juguete de falso placer.
Ya fue, me avivé, corté la cadena,
prostituto de tus ganas, das vergüenza.
Hacete cargo, chabón, tu ego truena,
yo renazco sin tu presencia.
Me chupa un huevo tu vuelta, aprendí,
que hasta la mugre sabe mentir.
Tomátelas, quedaste chico farsante,
listo el pollo, ya me hice el favor.
Guardá tus anillos, que son de otro talante,
no sirven ni para enmendar tu error.
Yo sigo entero, más vivo que nunca,
riéndome de tu fe trucha y trunca.
Autores: La Hechicera de las Letras.
Antonio Pais