Santísimo

Poema contra el optimismo

Optimismo, hijo bastardo y tragón

de asaz arrepentida vida arrítmica.

¿De madre? Las iniquidades bíblicas.

¿De padre? Idealismo y corrupción.

 

Antihéroe con aires de justicia,

privando a los pueblos de la verdad,

lucha aparente sin utilidad

y a cualquier pobre despistado envicia.

 

Le aplauden los más altos subnormales,

es de esperar, sin importar la tez,

pues ellos son amigos de los males.

 

Si nadie grita: \"¡Al menos, sensatez!\"

será ese el fin de inteligencias tales

que nos cubran de aquel malvado ser.