Amor y cielo poderoso potente,
el tiempo puede volar en un susurro
y contar la verdad como un niño desamparado.
Tal vez me acostumbré al hambre de esta tierra.
Mar de títeres quebranta huesos
en vinagre, como que el amor es distinto
y el cielo ya es de otro color,
aroma que salpica azufre en gotas.
Las aves van en caída, están sin vuelo firme
con gafas negras a plena luz...
Las cosas están cambiando para negro,
hay huella de que los ángeles están con traje a contratiempo.
Y esto solo fuera una rima burda...
Y si todos ven lo que no veo,
¿por qué ciego es un cojo?
Hay lisiado del habla y del andar del alma,
caminante a medias sin destino.
Amor pobre y de gestos pobres...
Cielo ciego de ciudades griegas,
higos y egos soportar en el día a día
como casa hostil, villa del desierto,
valle de los huesos secos.
Ecos y señales que se junten,
entidades y se vuelvan de carne,
para que los espíritus respectivos respiren aire puro...