\"¡Ah! no juntes tu suerte con mi suerte,
ve que te diera mi destino horror:
........es el dolor, la muerte;
huye por Dios de mi fatal amor.\" Clemente Althaus.
Huye de mí, el mundo desestabiliza,
que llama crimen lo que es bendición,
y en su ley ciega juzga la pasión
que en tu mirar mi alma eterniza.
No mires más mi sombra que te hechiza,
ni el verso oculto en cada confesión;
mi amor es llama, sí, pero prisión
si lo profanas donde el juicio avisa.
Que no te alcance el beso que delata,
ni el rito dulce que mi piel reclama,
huye del templo donde arde arcana;
pues este amor, que al cielo se desata,
es sacrilegio bajo luz profana,
y sólo en sombras vive, y se derrama.
Annabeth Aparicio de León
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