Pablo Paronzini

Recuerdo tu nombre.

Sin tu nombre, los recuerdos

enmudecen mis mañanas,

cerrando nuevas ventanas.

Son esos sabores lerdos,

en momentos de acuerdos.

Gritan con desesperación

Alguna hermosa canción.

En esa zona obscura,

ese sitio me amura

bramando sin contención.

 

¿Dónde los días útiles

perduran en el presente?

Con ese aire ausente,

de quebrantos y hostiles

penurias estudiantiles.

Son maquillados de bondad

y aniquilados con maldad.

Me privaré de aquello

que por tanto tiempo bello

quisieron dar su libertad.

 

Tu nombre, sin los recuerdos,

mañanas enmudecidas

y las palabras sin vidas.

Esos gustos son pesados,

en esos instantes dados.

Con exasperación chillan

y con música maquillan

Esa celda tenebrosa.

Me encierran esa fosa

Que sin necesidad trillan.