Sin tu nombre, los recuerdos
enmudecen mis mañanas,
cerrando nuevas ventanas.
Son esos sabores lerdos,
en momentos de acuerdos.
Gritan con desesperación
Alguna hermosa canción.
En esa zona obscura,
ese sitio me amura
bramando sin contención.
¿Dónde los días útiles
perduran en el presente?
Con ese aire ausente,
de quebrantos y hostiles
penurias estudiantiles.
Son maquillados de bondad
y aniquilados con maldad.
Me privaré de aquello
que por tanto tiempo bello
quisieron dar su libertad.
Tu nombre, sin los recuerdos,
mañanas enmudecidas
y las palabras sin vidas.
Esos gustos son pesados,
en esos instantes dados.
Con exasperación chillan
y con música maquillan
Esa celda tenebrosa.
Me encierran esa fosa
Que sin necesidad trillan.